Regina Martínez, una niña de nueve años, con el apoyo de su padre, recolectó cartón y latas de aluminio para participar en el Mercado del Trueque, realizado en el Parque Ecológico de Xochimilco. Durante esta jornada, Regina intercambió sus materiales reciclables por productos como hortalizas, avena y plantas, además de participar en actividades educativas sobre el manejo adecuado de desechos.

 

“Quiero que mi planeta esté limpio y sano. Si no reciclamos, los mares y la naturaleza seguirán contaminados”, señaló Regina, estudiante de primaria en Xochimilco, quien realizó esta actividad como parte de un proyecto escolar.

 

Por su parte, José Luis Martínez Hernández, padre de Regina, destacó el impacto positivo de estas iniciativas: “Es nuestra primera vez aquí, pero lo vamos a seguir implementando en casa y entre conocidos. Es esencial que todos hagamos nuestra parte para cuidar el planeta”.

 

Cientos de habitantes de la Ciudad de México acudieron al evento, que se ha consolidado como una tradición mensual organizada por la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (SEDEMA). El objetivo del programa es fomentar la separación de residuos desde el hogar y promover el reciclaje como medida para mitigar el cambio climático.

 

La jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, subrayó el compromiso de su administración con la gestión integral de residuos. A través de la recién creada Agencia de Gestión Integral de Residuos, se busca alcanzar un 50% de aprovechamiento de desechos en la capital mediante campañas de concienciación en los hogares.

 

El Mercado del Trueque permite a los participantes intercambiar residuos como papel, cartón, plástico PET, aluminio y electrónicos por puntos verdes, que pueden canjearse por productos básicos, plantas y artículos reciclados.

 

Magali Pineda, participante habitual desde hace ocho años, enfatizó la importancia de este programa: “Consumir nos hace responsables de los residuos que generamos. Este esfuerzo colectivo permite que nuestra ciudad esté más limpia y apoyemos la conservación del medio ambiente”.

 

El programa, que lleva más de una década en operación, es un ejemplo del impacto positivo de la colaboración ciudadana en la sostenibilidad y el cuidado de los ecosistemas urbanos.

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