Su nombre significa en náhuatl "Lugar de la flor del zacate". 

Se ubica a tan sólo hora y media de la Ciudad de México. Malinalco, es un destino lleno de magia y misticismo donde se mezcla el pasado prehispánico y el colonial. 

Cuenta la leyenda… 

Según la leyenda mexica, Malinalco se fundó cuando el dios Huitzilopochtli abandonó en medio del bosque a su hermana Malinalxóchitl ( Flor de hierba) esto mientras ella dormía. Según el dios de la guerra, la mujer, realizaba rituales malignos de hechicería.  Cuando ella descubrió que había sido abandonada, tomó a toda su gente y partió enfurecida hacia otro lugar que finalmente se convertiría en Malinalco. 

Tesoro mexica y colonial

Malinalco está rodeado de montañas y ríos y cuenta con clima semitropical. Si usted decide ir a conocer este maravilloso "Pueblo Mágico" del Estado de México no se pierda la obligada caminata por lo alto del "Cerro de los Ídolos" desde donde puede observar una importante zona arqueológica tallada en roca que muestra el Santuario de los Guerreros Águila y Jaguar. 

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Otro de los tesoros arquitectónicos imperdibles es el ex convento Agustino. La construcción data del siglo XVI y fue fundado por la orden de los agustinos en el año 1540. Lo más hermoso es observar los  frescos que cuentan con más de cinco siglos de antigüedad y que fueron pintados por manos indígenas dirigidas por los frailes. 

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Rincón mágico

Además de recorrer sus calles empedradas empapadas de tradición, los visitantes pueden deleitarse con otras sorpresas como su gastronomía, su criadero de truchas así como el tradicional y recién horneado pan del mercado. 

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Caminar por sus calles empedradas también se ha convertido en toda una tradición, sobre todo los miércoles cuando se pone el famoso tianguis que cuenta con atractivos de todo tipo, desde artesanías, rebozos, joyería, piezas de barro así como tortillas calientes, hechas a mano. 

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Para cerrar con broche de oro el día nada como una deliciosa nieve de refrescantes sabores frutales.